Hoy en día, todos están hablando de "comunidad". Según Arnold y Merton, se puede vivirla también.
En este manifiesto, Arnold y Merton plantean la posibilidad de la vida comunitaria intencional y examinan sus rasgos más destacados: amor, alegría, unidad y la gran aventura de fe, compartidos con otros en el camino. No describen ni prescriben la vida en comunidad; en cambio, ofrecen un ideal para guiar la búsqueda, y un llamado a renovar el compromiso y profundizar la fe.